El valor de aprender de la experiencia trasmitida. Margarita Barrientos no tuvo una vida sencilla y cómoda; sin embargo, su madre le trasmitió una vivencia que le ha llevado a hacer realidad "Tuve hambre y me disteis de comer". En la actualidad dirige un comedor social donde atienden a 1.500 personas y del que han ido naciendo otros proyectos que cubren las necesidades básica para llevar una vida digna.
Su testimonio y su acción comenzó a ser conocido a partir de una audiencia que tuvo en abril con el Papa Francisco (ver noticia).
La charla se titula: “Quién es Dios para mí” y termina con la siguiente anécdota que les transcribo más o menos con sus palabras:
Mi mamá dejaba todos los días un plato servido en el centro de la mesa como un florero y un día yo le pregunté por qué quedaba esa comida y si no la podíamos comer y ella me dijo que no entonces le pregunté por qué y ella me respondió “si viene Dios a pedirte comida qué le vas a dar” y yo esperaba que viniera Dios. Un día vuelvo corriendo a casa de cuidar los chivos y veo a un hombre que está comiendo la comida, entonces voy corriendo y le digo a Mamá, él no es Dios, entonces ella me preguntó, ¿lo conoces a Dios? y yo le dije que no y ella me contestó, entonces él es Dios. Por eso será que a toda persona que llega al comedor todos los días no le preguntamos de dónde viene, porque yo siempre digo que es Dios que viene a comer.
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