sábado, 30 de noviembre de 2013

21. ¿Es posible ver la línea directriz de todos estos grandes documentos y señalar un centro de referencia?



Del mismo modo que la tarea y misión de la Iglesia, la doctrina social se dirige a anunciar la salvación a los hombres: «Anuncia a Dios y su misterio de salvación en Cristo a todos los hombres» (CA 54). Este es verdaderamente el núcleo central de la enseñanza social. No se trata de ofrecer ni una ideología, ni un conjunto de verdades abstractas, sino a Jesús en su existencia concreta y en su mensaje; introduce en el misterio de Cristo encarnado y resucitado, siempre vivo y presente entre los hombres y en el mundo. La Iglesia quiere servir a este fin: «Que todo hombre pueda encontrar a Cristo, para que Cristo pueda recorrer con cada uno el camino de la vida, con la potencia de la verdad acerca del hombre y del mundo contenida en el misterio de la encarnación y de la redención» (RH 13).

En el misterio de la encarnación, Cristo asume toda la creación para unirla y redimirla. En Jesús de Nazaret, Dios y el hombre se encuentran, de manera que el camino de Dios para llegar al hombre se convierte en el camino de los hombres para llegar a Dios. La doctrina social de la Iglesia se dirige al hombre, porque «Dios, al revelar al hombre la verdad de sí mismo en Cristo, le ha revelado al mismo tiempo la verdad sobre el hombre mismo» (RH 12). El hombre puede encontrarse completamente a sí mismo, comprender su verdad más profunda y su destino, en el encuentro con Cristo, el hombre nuevo. En Él, comprende y acepta que el hombre está hecho para realizarse en la libre donación de sí mismo, por la fuerza de un amor que constituye la auténtica comunidad humana.

De manera insistente, por ejemplo, repite Juan Pablo II: «Es esto, y solamente esto, lo que inspira la doctrina social de la Iglesia» (CA 53). Desde Rerum novarum, la elaboración progresiva y sistemática de la enseñanza social pontificia tiene como horizonte el hombre y, especial-mente hoy, «mira al hombre, insertado en la compleja trama de relaciones de la sociedad moderna» (CA 54). La fe revela la verdadera identidad de la persona humana y de ella arranca todo el magisterio social. Con razón puede afirmar el Compendio de la doctrina social de la Iglesia que la enseñanza social busca «proponer a todos los hombres un humanismo a la altura del designio del amor de Dios sobre la historia, un humanismo integral y solidario, que pueda animar un nuevo orden social, económico y político, fundado sobre la dignidad y libertad de toda persona humana» (n. 19).

Fuente: E. Alburquerque Frutos, Doctrina Social de la Iglesia: 25 preguntas, CCS, Madrid 2011.

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